15/01/10
Fuente: La Mañana de Neuquén | Foto: La Mañana de Neuquén.
Desde el francés Michel Rolland al norteamericano Paul Hobbs, en la región desfilan alguno de los asesores más prestigiosos del globo. Una cosa es elaborar vinos para el mercado Argentino, en el que propietarios de bodega y los enólogos conocen al dedillo el gusto local. Y otra muy distinta es hacer un tinto que se venderá en Estados Unidos o Inglaterra, donde las preferencias de los consumidores son difíciles de conocer. Para estas etiquetas for export, las bodegas recurren a la guía de un experto internacional que los asesore sobre el estilo del producto a que se bebe en esos destinos.
La Patagonia está enfocada en la exportación de vinos. Y desde la década pasada circulan algunos de los más prestigiosos asesores en la materia. A contar del danés Hans Vinding Diers, que a fines de los noventas llegó a Humberto Canale y hoy está al frente de la exclusiva bodega Noemía, en Río Negro, a Michel Rolland, el enólogo francés más renombrado, una suerte de rey midas del vino que asesora a Bodegas del Fin del Mundo desde 2006, por la región desfilan enólogos extranjeros con peso específico en los mercados internacionales.
Otro de los capos que se incorporó es el norteamericano Paul Hobbs, quien desde febrero del año pasado colabora con Familia Schroeder en el fine tuning de los vinos que la casa neuquina destina a Estados Unidos, un importante mercado al que ha apuntado sus cañones en este 2010.
Hobbs también es el encargado de la dirección enológica de otro proyecto patagónico: la Bodega del Desierto, ubicada en 25 de Mayo, provincia de la Pampa. En esta solitaria casa, el asesor participa desde la primera cosecha, en 2005, y ha resultado una pieza clave en la inserción internacional de la bodega.
Los asesores
Paul Hobbs desarrolló su carrera en California, Estados Unidos, y la vida, a sus cincuenta y siete, lo ha llevado por cada uno de los rincones en los que crece la vid. Según ha afirmado, fue en 1988 cuando su trayectoria cambió para siempre: por primera vez llegó a al Argentina a asesorar en la elaboración de Chardonnay de alta gama en Catena y comprendió que aquí pasarían cosas importantes. Desde entonces, el número de asesorías ha ido en aumento y a la fecha dirige su propia bodega, Viña Cobos, en Agrelo.
Michel Rolland, por su parte, es un enólogo que hizo carrera en Bordeaux, Francia, y a sus 62 años resulta una celebridad del vino mundial. Llegó a nuestro país en 1988 a la vieja bodega Etchart, y desde entonces le ha puesto su firma a varias de las etiquetas más famosas del país. Como asesor vuela por el globo, recorriendo viñedos desde China a Chile y Argentina.
Aquí, colabora actualmente con la neuquina Fin del Mundo y está al frente del Clos de los Siete, un emprendimiento de 800 hectáreas en Valle de Uco, Mendoza, en donde 7 bodegas de propietarios franceses, entre la que está Mariflor, su casa, elaboran vinos de alta gama para el mercado de exportación.
La presencia de estos asesores en la región patagónica, coinciden los representantes de la industria, es una pieza clave en el engranaje exportador. Detrás de su trabajo de consultoría, hay una larga fila de importadores dispuestos a comprar los vinos rubricados por estas celebridades. Y los resultados, huelga decirlo, están a la vista.